El I Festival de Otoño en Las Médulas cierra su edición con un balance positivo y la mirada puesta en 2026

La cultura ha demostrado ser un motor de dinamización esencial en el entorno rural de El Bierzo. La primera edición del Festival de Otoño en Las Médulas, clausurada el pasado 21 de diciembre, ha concluido con un balance que la organización y los asistentes califican de "necesario" y "satisfactorio". A pesar de las dificultades logísticas y las fechas cercanas a las festividades navideñas, la respuesta del público en los cuatro municipios participantes ha superado las expectativas iniciales.

Alta ocupación en un entorno rural

El certamen, impulsado por la compañía Fabularia Teatro, se desarrolló en espacios con aforos limitados, inferiores a las cien butacas. Sin embargo, el nivel de asistencia fue notable, considerando el contexto de localidades con baja densidad de población y una demografía envejecida. Destaca especialmente el éxito de los talleres infantiles, que alcanzaron el 100% de ocupación, evidenciando la demanda de actividades formativas y lúdicas para los más pequeños en la zona.

Luis Ortiz, guía ambiental de la Casa del Parque de Las Médulas, valora la iniciativa como un acierto rotundo. Según Ortiz, dinamizar culturalmente la zona en fechas previas a la Navidad es un reto complejo debido a los compromisos familiares y comerciales, pero la propuesta ha logrado romper la estacionalidad habitual. "El tema cultural en lugares como los nuestros no siempre recibe la atención necesaria", señala, agradeciendo el esfuerzo organizativo para llevar a cabo el proyecto.

La cultura como bien imprescindible

La relevancia del festival trasciende el mero entretenimiento. Para figuras como el poeta y artista gráfico Juan Carlos Mestre, quien ofreció el recital Antífona del otoño en el Valle del Bierzo en Priaranza, este tipo de eventos son "imprescindibles". Mestre destaca la conexión lograda con el público local y defiende la necesidad de situar la reflexión artística y literaria en el centro de la vida rural como herramienta de conciencia crítica.

En la misma línea se manifiesta Laurentino Bello Acebrón, coordinador del club de lectura "La senda del Lago". Tras asistir a gran parte de la programación, subraya la calidad de las obras para adultos y el valor pedagógico de las propuestas infantiles. Bello aboga por la continuidad del festival y su expansión a otras zonas de la "España abandonada", donde el acceso a la cultura contribuye directamente a la mejora de la calidad de vida.

Retos y alianzas para el futuro

El director del festival, Raúl Gómez, reconoce la complejidad administrativa de esta primera edición, pero pone en valor el beneficio social que supone para los vecinos, fomentando las relaciones interpersonales en los pueblos. Aunque agradece el respaldo de la Junta de Castilla y León, el Consejo Comarcal de El Bierzo, la Fundación Las Médulas y los ayuntamientos de Priaranza del Bierzo y Borrenes, la mirada de la dirección está puesta en consolidar el proyecto.

Para garantizar una segunda edición en 2026, la organización considera vital sumar apoyos. Gómez insta a la Diputación de León, a través del Instituto Leonés de Cultura (ILC), y a la Cátedra de Territorios Sostenibles de la UNED en Ponferrada, a involucrarse activamente. El objetivo es que ayuntamientos como Carucedo y Puente de Domingo Flórez también se integren en la propuesta.

El plan para el futuro pasa por adelantar el inicio al mes de septiembre y extender la programación hasta el puente de la Constitución en diciembre, permitiendo una oferta más amplia y escalonada. Sin embargo, esta evolución dependerá de una financiación adecuada que asegure espectáculos de calidad y la expansión territorial del festival por la comarca de El Bierzo.

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